Educar en el estusiasmo. v2.

Por un error, ha sido borrado el artículo anterior, pido disculpas por ello. Por este motivo se ha editado la versión 2, (v2).
A menudo, nos encontramos en nuestros alumnos con falta de motivación, no es nada nuevo. Y nos preguntamos: ¿Y ahora qué?
Podemos seguir el currículo, utilizando los recursos que tenemos en nuestro libro de texto. O también podemos diseñar actividades que disfrazen los contenidos de un carácter lúdico.
Particularmente, creo que lo segundo es mejor. Porque aquello, que nos gusta, que nos atrae, lo aprendemos antes, o simplemente lo aprendemos; aprender, que palabra tan manida. Yo diría que lo hacemos nuestro, lo integramos en nuestro propio ser, de una forma más o menos involuntaria.
Quizá en esta nueva versión del artículo, no esté tan elocuente como en la primera, pero mi intención es solo llamar la atención sobre lo siguiente:
Debemos educar en el entusiasmo, Y...¿Pero qué significa ésto? ¿Es otra nueva teoría de los pedagogos.......?
No, educar en el entusiasmo es encender el brillo en los ojos de nuestros alumnos, ver que deséan continuar con esa actividad que les hace sentir bien, y por la que el tiempo transcurre sin notarlo.
Es impregnar el largo tiempo de estancia en clase, de un talente lúdico y de un sentido práctico, que hace entender al alumno, que lo que está haciendo puede aplicarlo después en otras facetas de su vida. Y... si además se lo pasa bien, pues tanto mejor.
Tarea dificil, pero vamos a ello.
Animémonos a conseguirlo.
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